Cuando Steve, Mark y Diana López tiren sus primeras patadas durante los primeros enfrentamientos de Tae Kwon Do en los Juegos Olímpicos de Pekín, van a escribir historia.Ellos se convertirán en el primer trío de hermanos que compite en la misma justa olímpica desde 1904. Semejante hazaña es, sin duda, ya un logro extraordinario, pero como la familia López nunca ha conocido la palabra conformidad el hecho de llegar no es suficiente.Para estos hijos de inmigrantes nicaragüenses, la meta es regresar de los juegos que se celebrarán en el gigante asiático bañados de oro.Los López radican en Sugarland, Texas, una pequeña ciudad ubicada unos 40 minutos al suroeste de Houston, y gracias a sus logros, a través de años de esfuerzo, en el Tae Kwon Do, esta familia se ha convertido en el gran orgullo de esta comunidad de 78,000 habitantes.“Antes esta ciudad se conocía por la planta de azúcar que operaba aquí muchos años atrás", dijo el alcalde de Sugarland, James Jimmy Thompson.“ Hoy mucha gente nos conoce por ser la casa de los López”, añadió.“Gracias a ellos (la familia López) todo el mundo se va a dar cuenta donde queda Sugarland luego de los Juegos Olímpicos porque no dudamos que van a regresar triunfadores”, agregó el funcionario durante una despedida que le organizó el municipio a los hermanos olímpicos el pasado 12 de julio en Sugarland Town Square.
Los primeros años del sueño olímpico
Los sueños olímpicos de la familia López comenzaron en un gimnasio improvisado que puso el hermano mayor, Jean, en la cochera de su casa unos años después de que sus padres emigraron de Nicaragua a los Estados Unidos en 1972.“Llegaban de la escuela y luego de que terminaban la tarea el hermano mayor (Jean) los comenzaba a entrenar, en aquel entonces era más que nada para hacer deporte y protección personal pero no tardó mucho en que lo empezaran a tomar en serio y a competir”, dijo Ondina, madre de los hermanos.El amor por el Tae Kwon Do nació en la familia López gracias a su padre, Julio, quien gustaba mucho de las artes marciales pero nunca se imaginó que sus hijos lo iban a llevar a un nivel tan alto.“Yo creo que son cosas del destino", dijo el padre de los López.“A mí me gustaba mucho ver las competencias de artes marciales y compartí con mis hijos mi admiración por las diferentes disciplinas, pero lo que ellos han logrado en este deporte es mérito completamente de ellos; yo en verdad tuve muy poco que ver”, añadió.Sin embargo Jean, Steve, Diana y Mark admiten que los valores que sus padres inculcaron en ellos desde niños ha sido gran parte de la base que los ha llevado al éxito.“Desde chicos nos inculcaron esos valores que tienen muchas familias hispanas, el más importante siendo el que la familia está primero; antes que nada. Pienso que esa unión familiar ha sido el gran secreto de nuestro éxito”, comentó Diana.Inspirados por otros triunfosLos tres sienten un compromiso extra por ser hispanos y quieren aprovechar el escenario olímpico para influir en la juventud.“En nuestra comunidad hacen falta figuras ejemplares para nuestros jóvenes; por ejemplo, uno de los momentos que influyó mucho en mi vida fue cuando miré a Oscar de la Hoya ganar la medalla de oro en Barcelona”, recordó Steve.“Miré a un atleta con el color de mi piel besando una medalla de oro fue muy importante para mí porque me identifique con él (De la Hoya). En ese momento, recuerdo que lloré de orgullo y me di cuenta que puedes lograr tus sueños si te lo propones”, agregó.
Los sueños olímpicos de la familia López comenzaron en un gimnasio improvisado que puso el hermano mayor, Jean, en la cochera de su casa unos años después de que sus padres emigraron de Nicaragua a los Estados Unidos en 1972.“Llegaban de la escuela y luego de que terminaban la tarea el hermano mayor (Jean) los comenzaba a entrenar, en aquel entonces era más que nada para hacer deporte y protección personal pero no tardó mucho en que lo empezaran a tomar en serio y a competir”, dijo Ondina, madre de los hermanos.El amor por el Tae Kwon Do nació en la familia López gracias a su padre, Julio, quien gustaba mucho de las artes marciales pero nunca se imaginó que sus hijos lo iban a llevar a un nivel tan alto.“Yo creo que son cosas del destino", dijo el padre de los López.“A mí me gustaba mucho ver las competencias de artes marciales y compartí con mis hijos mi admiración por las diferentes disciplinas, pero lo que ellos han logrado en este deporte es mérito completamente de ellos; yo en verdad tuve muy poco que ver”, añadió.Sin embargo Jean, Steve, Diana y Mark admiten que los valores que sus padres inculcaron en ellos desde niños ha sido gran parte de la base que los ha llevado al éxito.“Desde chicos nos inculcaron esos valores que tienen muchas familias hispanas, el más importante siendo el que la familia está primero; antes que nada. Pienso que esa unión familiar ha sido el gran secreto de nuestro éxito”, comentó Diana.Inspirados por otros triunfosLos tres sienten un compromiso extra por ser hispanos y quieren aprovechar el escenario olímpico para influir en la juventud.“En nuestra comunidad hacen falta figuras ejemplares para nuestros jóvenes; por ejemplo, uno de los momentos que influyó mucho en mi vida fue cuando miré a Oscar de la Hoya ganar la medalla de oro en Barcelona”, recordó Steve.“Miré a un atleta con el color de mi piel besando una medalla de oro fue muy importante para mí porque me identifique con él (De la Hoya). En ese momento, recuerdo que lloré de orgullo y me di cuenta que puedes lograr tus sueños si te lo propones”, agregó.
Steve ya es todo un veterano, en la vitrina familiar ya tiene dos medallas de oro olímpicas y tres campeonatos mundiales. Además goza actualmente de mucha popularidad ya que aparece en varios productos conmemorativos relacionados con las olimpiadas. Por ejemplo, su figura está en los cartones de Coca-Cola junto con otros atletas estadounidenses del calibre de LeBron James, jugador de baloncesto.“Voy por mi tercer medalla de oro pero lo más importante es que esta vez voy con mis dos hermanos en busca de la misma meta. Creo que juntos podemos dejar una huella imborrable en los Juegos Olímpicos porque confió en que hemos trabajado muy fuerte para regresar los tres con medallas de oro”, dijo López.Más metales en la familiaMark y Diana, al igual que Steve, llegan entre los favoritos para ganar medalla de oro en Beijing, así que la presión ya está encima de ellos y por eso han estado trabajando muy fuerte para no quedarse cortos ante las enormes expectativas que hay sobre ellos.“Crecí en medio de la competencia, desde niña he vivido con la presión de triunfar porque ése fue el ejemplo que siempre tuve con mis hermanos y no porque era mujer me trataban diferente. Siempre se me exigió igual y eso me ha hecho una persona muy dura y capaz de manejar las presiones que vienen con competir a un alto nivel.Como parte de su preparación para la justa olímpica, los hermanos López estuvieron varias semanas en un campamento de alto rendimiento en Colorado Springs, Colorado. Steve asegura que nunca antes había entrenado tan fuerte para una competencia y por eso confía en que sus hermanos van a llegar con una inmejorable condición a los juegos de Pekín.“Creo que los tres entienden lo que se espera de ellos en estos juegos y por eso se empujan uno al otro a dejar todo en cada entrenamiento; nunca los he visto con tanta determinación y entrega”, dijo Jean, quien fue asignado el entrenador del equipo Olímpico de Tae Kwon Do.La aventura de los López inicia el 25 de julio, cuando viajen rumbo a tierras asiáticas.En su mente estarán aquellos tiempos en la cochera, las tardes calurosas y las miles de veces que han repetido sus maniobras buscando la perfección y es que por todo lo que han pasado ha sido para apostarlo todo en este momento olímpico donde no hay mañana.“Las Olimpiadas son cada cuatro años; ésta podría ser la última oportunidad que te dé la vida de hacer historia; por eso no podemos dejarla escapar”, sentenció Mark.
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